Después de un tiempo de auge en todos los indicadores del sector inmobiliario, la crisis económica impactó de una manera decisiva en la evolución que estaba experimentando este mercado, lo que se tradujo en un significativo receso para el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB), el empleo, la competitividad y el desarrollo económico de toda la industria asociada a la vivienda, entre otros.
No obstante, tras unos años de fuerte ajuste y de saneamiento del sector, en los que ha sido fundamental un cambio en el modelo productivo de la economía española, el mercado de la vivienda ha iniciado una innegable recuperación y está consiguiendo remontar su actividad de una forma determinante.
